Cuando entré a su oficina se percibía el olor a puro. Aún y cuando se insistía en que todo el edificio fuera area libre de humo. Pero él en su oficina fumaba. Tal cual un microdios hecho y derecho, dueño absoluto de su micromundo.
"He estado leyendo tu blog, la verdad me gusta" Me dijo.
"Si? a ti y a 6 personas más, me siento muy halagada" le contesté.
Sin tomar la ironía de mi comentario (que a mi modo de ver era más bien humildad de mi parte, cosa que jamás manifiesto y por eso es sumamente más apreciable) se levantó de su escritorio y me pidió que pasara al cuarto de junto. Ahí habia un sillón con mil aparatos encima y luces muy fuertes.
Me senté en el sillón y una enfermera me puso un como babero de dentista y me recogió el pelo en una gorrita.
"Quién te recomienda? si me dijiste la otra vez no? me pregunta con tapabocas colocado.
"Fulana la reina de los tratamientos" (la verdad, si digo quien es se enojaría conmigo porque proclama que es au naturel 100%).
"Ahhhh! claro, ella se ha hecho todos los tratamientos que ofrezco". Ooops, ajá como si yo no supiera.
Hay dos cosas que me inspiran todo el respeto del mundo: Dios y el laser.
Despues de prepararme la cara con un gel baboso y horrible, comienza el famoso tratamiento laser de rejuvenecimiento dizque maravilloso, carísimo, obsesivo, innecesario, envidiado llamado Fraxel.
Hoy decidí detener el tiempo. A mi manera.
Descubrí el Fraxel en un desayuno de esos eternos entre amigas. De los que llegamos a las 10 am y salimos a la 1 pm. Y porque tenemos que ver a los niños. La verdad es que todos nuestros hijos están en transporte. Siempre hay alguien que los espere a que lleguen. Cuando reviso a la concurrencia, me pregunto que qué hago aquí, aunque somos amigas de años, cada una creció muy diferente al resto. Está la Sport Billy, la Trepatrepa, la Millonaria (a la que la Trepatrepa siempre barbea, te mueve si estás sentada junto a ella, porque ese es SU lugar, de paso, la millonaria le consiguió trabajo a su trepamarido, gracias al golf que él aprendio en un curso express en Santa Fé y con el que se le pegó al millomarido), la Periodista, la Diseñadora de Modas (a la que personalmente adoro) y yo, que nunca encajo totalmente en algún círculo, por lo que podrían ellas definirme como la Rara Vanidosa (música rara, ropa rara, amistades raras, lecturas raras, ejercicio raro, vida rara). Entre platos de fruta y chilaquiles light, las cosas que se platican van desde el rango de la novela de las 9 hasta el "Te voy a ser honesta, y me gusta ser muy clara en lo que pienso, voy a votar por Peña Nieto, no por guapo, sino porque mi familia es priista de toda la vida". Para empezar, siempre desconfío de una persona que me dice de entrada "Te voy a ser honesta". Es como si me mintiera dos veces. Pues si, al final fué priista y no me mintió. De pronto, la Periodista me agarra del brazo y me pide que la acompañe al baño. No soy fan de ir al baño acompañada la verdad. Esas bolitas de mujeres juntas haciendo pipi y pidiendome el blush (wuacala). No necesito tanta información. Pero me vió a los ojos como pidiendomelo de verdad.
Cuando estabamos caminando hacia el baño, me dijo "Miguel y yo nos vamos a separar".
"Como? peeero, para mi eran perfectos! digo, tengo tantos años de conocerlos, me duele en el alma lo que me dices" le contesto como si me dijeran que acababan de estrellar un avión en una de las Torres Gemelas. Tengo tal vena de drama...
"Miguel no me hace caso ya nunca, trabaja hasta los fines de semana, y yo entre la revista, el periódico y la novela no puedo ni reclamarle que hagamos el amor, que estemos solos o viajemos, nuestra vida va del trabajo a la casa, y los fines de semana, al cine, al club, a comer, pero nunca solos. Niños, familia o amigos. Quiero sentirme amada" me contesta con apenas un dejo en la voz.
Me quedo pensando. Todas nos hemos sentido así, ellos también, seguro.
"Piensalo bien, no siento que sea necesario, reconstruir tu vida no es fácil" le contesto.
"La decisión está tomada, ya lo platicamos y el está buscando adonde irse, sólo lo sabes tú, no quiero un sermón de familia Legionaria de la Trepatrepa" Muy segura de lo que me acaba de decir, entra al baño.
Cuando regresamos a la mesa, oigo la risas a 10 metros. La Diseñadora de Modas cuenta un chiste, cosa que es su especialidad. Ella, divorciada de dos años apenas, tiene 3 amantes. Dos casados, uno soltero. Me divierte oir sus historias, porque parece película de Tin Tán. Tanto enredo, tanta aventura, tanto viaje. Pero sé que al final, ella se levanta sola en su cama y anhela tener un compañero con quien hacerse cucharita en la noche.
La Trepatrepa cuenta como su marido la regañó por el excesivo uso de su tarjeta de crédito. Le dijo claramente "Me vas a arruinar", ella felizmente nos dice "De qué se lo gaste conmigo a que se lo gaste con otra, mejor le quito ese atractivo desde antes". La Millonaria la voltea a ver con cara de "Ya no la soporto". El interés tiene pies, pero siempre acaba raspando con las uñas.
La Sport Billy decide irse a su clase de spinning de las 12. Nos platica del Maratón de NY. Que se va dos días. Le digo que se quede más días, que hay un par de obras muy buenas nuevecitas, me dice que no, porque tiene que entrenar para una carrera de caridad. Cada quién con sus demonios.
Hay mujeres que por aburrimiento o necedad, detienen el tiempo de otras formas. Internet a todas horas. Compras compulsivas. Ejercicio desmedido. Dietas interminables. Visitas a la Sex Shop de Virreyes, en bola de amigas, por supuesto, nunca solas. Todas como pequeñas venganzas para sus maridos o parejas, para llamar la atención de alguna manera. Parecen decir: Hey! aqui estoy! Gasté mucho en la tarjeta!, Estoy flaquisima! No te pelo porque estoy jugando Poker en el Facebook!.
Los mexicanos promedio hacen el amor 1.5 veces a la semana. Si tienen más de 2 hijos, esta cifra se rebaja a .5, al igual que si alguno de los dos tienen un sueldo de los llamados golden bet. Los hombres no les hacen el amor a sus esposas, porque están cansados, estresados, vienen del gimnasio, quedaron al dominó, etc. A ellas ya no les interesa tampoco ver si les hacen caso. También tienen muchas más cosas en que entretenerse mientras ellos descubren cada mes con el estado de cuenta de su tarjeta que han gastado un dineral en tratamientos de belleza. En ropa. Miles de horas de gimnasios y personal trainers, en comidas en el Jaso o en La Lorena, en la ida a Houston cada 3 meses. Que han llorado porque quieren una camioneta o unas boobs nuevas. Que quieren mandar a sus hijos un año al internado en EU porque los niños "necesitan" madurar (y ellas tener más tiempo).
No se han dado cuenta, que con hacerles el amor a sus esposas, sería más que suficiente para mantener un presupuesto... Que con voltearlas a ver, decirles lo guapas, lo buenas que son para ellos, tendrían el mundo arreglado. Y ellas, que en vez de verse tan hacia adentro, verlos a ellos de vez en cuando, también las haría más felices.
Decía mi abuelita que las moscas pegan más con miel que con hiel....
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