Con la colaboración de B. Gracias por hacerme reir tanto...
Volaba, me sentía ligero como el viento. Podía correr y sentirme libre. Sentía perfecto como mi respiración se completaba, no era agitada. No tenía ni colitis. ni gastritis, ni problemas para hacer el amor con mi esposa, de hecho, ella estaba conmigo en todo momento. Me sentía feliz y relajado. No tenía problemas de ningún tipo. En algún momento, me dió miedo. Me pregunté si me había muerto.
Y entonces sonó el despertador. Y luego el teléfono. Tengo por costumbre tener dos medios para levantarme, últimamente se me hace imposible poder despertarme y mucho menos levantarme.
"Señor, ya es hora" me dijeron.
"Si, gracias, no tardo mucho" contesté.
Me dió tristeza saber que soñaba. Que mi vida era triste y gris. Que en realidad, pocos apreciaban mi esfuerzo diario y constante. Que estaba solo sin mi esposa. Que a veces no puedo respirar y no es solamente por la tensión que siento.
Me levanté con muchísimo esfuerzo y con ese dolor en las rodillas que no me deja vivir. Me duele mucho el estómago y el doctor me ha dicho que necesito comer en cuanto me levante para evitar la gastritis. Me dirijo al baño adonde tengo un pastillero enorme, saco 7 pastillas diferentes y me las tomo una a una con mi agua ionizada que es especial para mí. Nada de sales, solo agua. Regreso a mi cuarto a comerme el pan dulce que me acaban de dejar en la mesa. Jamás he podido renunciar al pan dulce de México, inclusive la embajada en D.C. me mandaba mi surtidito diario en las mañanas.
Ya arreglado me dirijo al coche. Me dan los periódicos para que los vaya leyendo. Todas las noticias giran alrededor del paquete fiscal. Qué poco patriotas son los medios a veces. En lugar de ver las cosas buenas, se dedican a ensuciar un trabajo puntual y realizado con los mejores asesores del país. Nunca se han puesto a pensar que lo hicimos pensando en las propuestas que si pasarían, no en las que sabíamos de antemano que se iban a rechazar. La verdad es que lo hicimos de volón después de que me invitaron al beis a tirar la primera bola. Nunca olvidaré que me recomendaron hacerlo y yo no quería. "Por imágen" me dijeron. Bueno, al final, pensé que lo olvidarían cuando salieran otras noticias, asi como el juramento en la cámara. Digo, la verdad nunca he sido muy coordinado y no diferencío la izquierda de la derecha. Pero la verdad nadie lo olvidó. Cate me habló de Washington muy disgustada. "What the fuck were you thinking?" me dijo gritando. Ya la conozco, ni modo. Ella no pasa lo que yo aquí. Extraño mi vida en Georgetown.
Cuando llego a mi oficina, me esperan mil mensajes. Que si nos van a tirar la propuesta. Que si no vamos a poder fijar el precio del barril a lo que habíamos dicho. Que nos van a pelear el 3% de telecomunicaciones. El patrón me habla temprano para ver como vamos. Yo estoy solo en esto. Pero él desde que se mató Juan Camilo está peor. No tiene rumbo y yo lo sé. Pero hago lo que puedo. Me siento tan mal que de verdad hago lo que puedo.
Me suben mi desayuno. Fruta, omelette de claras y espinacas, jugo de naranja y thé. El doctor me dijo que solo puedo comer dos carbohidratos al día. Está preocupado por mis arterias y por mi corazón. Yo le digo que la verdad, no me va a pasar nada. Si haber comparecido en la Cámara no me mató, nada lo va a hacer. Si vivo sin que nadie, absolutamente nadie me acompañe en mi casa, nada me puede matar.
Son las doce y ya tengo hambre otra vez. Pero tengo a una comisión de diputados que atender. Quieren que les explique paso a paso la propuesta. Lo bueno es que están mis asesores que lo hacen. Sin darme cuenta, me quedo dormido. Sofía mi secre me da un golpecito en la silla. Pero el daño está hecho. Ya todos se dieron cuenta que me había dormido.
Cuando regreso a mi oficina, ya esta mi snack de media mañana, quesito panela con salsa de tomate, entre dos rebanadas de jamón. Osea brain tricks que me dijo el doc que me van a hacer bien. Pensaré que es una sincronizada. Mi cocacola light que no perdono. Al doctor no le digo que la tomo porque también está preocupado por los fosfatos y mis riñones.
A las siete de la noche, despúes de seguir leyendo un poco, decido irme a casa. Me siento un poco cansado de tanta cosa y que nadie entienda lo que hago por el país.
Orale. Cuando abrieron un Carl's Jr por aquí?. Me encantaba la New Orleans Bacon and BBQ.
"A ver Carlos, paráte" le digo al chófer.
"Señor, perdón, pero tenemos órdenes precisas del Estado Mayor de no concederle gratificaciones cuando las pide"
"De qué demonios hablas?"
"De eso Señor, con todo respeto no me puedo parar"
"Te corro"
"Nos dijeron que diría eso, lo siento"
Me siento impotente. No quieren que me muera. Supongo que mi último adiós sería en una grúa. El Patrón no cargaría mi ataúd para nada. Sólo haría la guardia. Por eso me cuidan, porque ir a mi funeral sería muy pesado. Me rio hacía adentro. Que buenos chistes hago. Me han sugerido mucho que me opere, que me ponga el bypass gástrico. Pero la verdad, odio las agujas. Y en mi cuerpo, serían muchísimas. Y no es precisamente Acupuntura.
Despúes de cenar mi sandwich de pan Bimbo light con pavo y quesito, me tomo el café y me acuesto a dormir. No ha sido un día díficil. Esos han sido antes y sé que vendrán.
Me duermo esperando soñar ligero otra vez. El doctor me dijo que si sigo así mejoraré mi imágen en como tres años. No creo necesitarlo para entonces. Ya mañana veremos.....
Y
No hay comentarios:
Publicar un comentario