lunes, 27 de septiembre de 2010

Mi causa es la de todos... Afuéremonos*...

En la vida tienes 3 opciones para enfrentar un problema:

La primera es entender el origen, atacarlo de raiz y ser propositivo.
La segunda es protestar y chantajear para evitar tu responsabilidad.
La tercera es permanecer apático y seguir adelante.



"He decidido que voy hacer un bloqueo de alguna calle como protesta. Estaba pensando en hacerla en mi calle para reclamarle a los vecinos que dejan sus coches afuera que no lo hagan, que sus perros se acaben mis jardineras o que el policia de la caseta se duerme en las noches. Luego pensé que no era lo suficientemente llamativo. Así que decidí que la iba a hacer en Viaducto e Insurgentes, para reclamar entonces acerca de lo angosto de los carriles, que el Metrobus va lleno, que no hay vuelta a la izquierda y de que los que venden cosas en los semáforos no traen pistaches. Pero me dí cuenta que yo ahí parada en ese crucero se podía malinterpretar. Entonces decidí que iba a cerrar Reforma frente a la Diana. Me acostaría en el carril central de la avenida. Protestaría porque cada vez que veo a la Diana me dá envidia con ese cuerpazo. Y porque los triangulos esos de los camellones me chocan. O porque la luz morada del Angel se vé horrible. Claro que sopesando los inconvenientes, lo único que ocasionaría sería que me atropellaran. La verdad, me acordé de que en el Zócalo los mítines también salen bien. Si me paro exactamente en medio, puedo gritar que estoy protestando porque no veo bien la bandera desde abajo, porque no puedo entrar a Palacio o porque la Catedral se ve chueca. La bronca es que me pueden ganar el lugar porque todo el mundo quiere estar ahí. Así que, en un profundo acto de reflexión, he decidido hacer un campamento. En una esquina o en un camellón. Así como aquel de la esperanza que tan chido les salió y tanto sirvió. Me cuelgo de la luz, pido que me ayuden, boteo diario, me pongo en los semáforos a repartir panfletos y la policia ni me tocará. Colgaré pancartas que digan "No a la violencia del gobierno en mi contra". Haré declaraciones escandalosas y aprovecharé para decir mentiras 100 veces hasta que me las crean. Manipularé la ley a mi favor y claro, repartiré lana entre policias para que no me toquen. El chiste es protestar aunque no tenga de qué, porqué para este momento, ya se me olvidó cual era mi propósito. También se trata de molestar a las personas para que me noten y se unan a mi causa o por lo menos tener publicidad gratis. Apuesto que juntaré mil personas que piensen igual que yo. Les conseguiré un pretexto para que no vayan a trabajar. Pero de que protesto, protesto. Y de que molesto, también. En una de esas me hago diputada o hasta senadora y ahí mi protesta sin protesta, será de lo más redituable. Y si hago negocios sucios o lo que sea, no importa, siempre habrá alguien que me ayude a afuerarme..."

El gran problema de México es la impunidad. Es la corrupción a todos los niveles, esa que empieza con nosotros como ciudadanos y termina en el gobierno. La famosa "charola" que pensamos había desaparecido, aún existe aunque no la pongan en el parabrisas del coche. Legisladores gastando a manos llenas en viáticos, guaruras, coches blindados, secretarias, celulares y hasta operaciones estéticas. No existe la transparencia ni la rendición de cuentas. Es negar que su origen viene de la sociedad civil. Es negar su compromiso y su responsabilidad con los ciudadanos. Es alargar resoluciones y periodos legislativos para poder irse de vacaciones. Es dormirte en las sesiones. Es aprobar la exención de impuestos para legisladores. Es seguir provocando el desprestigio de la clase política aceptando presuntos delincuentes como diputados y ayudarlos a tomar protesta para protegerse en el fuero. Es mentir cuando hablan de frente a una cámara y por atrás llegar a acuerdos con los "rivales". Es proteger a líderes sindicales ladrones, pagarles paleros, asociarse con ellos para tener votos y mantener una relación a modo para seguir regodeándose en el poder. Es olvidarse del sentido del deber y pasarse las leyes por el Monumento a Reforma. Es en pocas palabras, no tener madre...

*Afuerémonos se refiere al fuero, ese poder celestial que recae en la clase política mexicana. No es correcta en ningún sentido gramático. No existe como verbo aunque sea usado frecuentemente sin estar incluído en la RAE. Fué usada en este texto meramente como referencia. Obviamente, es una broma. El fuero. Y también la palabra.







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