Ya se me acabó el año. Y a la hora del balance, por más que me quiera tirar al piso para decir que el año fué pésimo y de andar de martir por la vida, descubro que ha sido uno de los mejores años que he tenido. Conocí gente impresionante, que me ha enseñado muchísimo, que además me ha hecho reir a carcajadas y sentirme amada por completo. He reinventado lo que el concepto de amistad significa para mi, a lo mejor digo reinventar porque no lo conocía en todas sus facetas. Así igual, reconozco el sentimiento de amor incondicional, de confidencia y de el saber estar.
Me han dedicado cuentos, canciones, me han mandado flores, me han compartido lágrimas y han enjugado las mías, me han regalado sonrisas y carcajadas. Jugamos, nos vemos y nos apapachamos diario. Me han dado esperanza. Me han hecho verme a través de sus ojos y me ha gustado lo que veo. Me han enseñado que no importa adonde estés, siempre estamos cerca. Que ahora en realidad, las distancias no importan, que nos vamos guardando miles abrazos para cuando nos veamos. Que cuando a alguien le pasa algo, ahí estamos sus 400 amigos para confortarlo. Que somos amigos más cumplidos con los demás que si no tuvieramos tanta tecnología. Que estamos al alcance de un click. Que somos testigos activos en las vidas de los que queremos y se han hecho amigos entrañables.
Y que conocernos en persona es maravilloso. Y que solamente por eso, ha sido uno de los mejores años de mi vida. Porque de repente descubrí que parece que la soledad es en realidad, un botón de apagado. Les deseo el mejor de los años, los mejores éxitos, las mayores bendiciones, con todo el amor y la salud, el habernos cruzado por esta vía cibernética y lograr pasar a la vida real con la misma calidez y amor con que nos tratamos diario. Y también, gracias por saber estar... Feliz 2010!
No hay comentarios:
Publicar un comentario